El Centro Comercial de Cuautla, creado hace más de 30 años para dar espacio a vendedores ambulantes, ahora enfrenta un destino sombrío. De sus casi 300 locales, la mayoría permanece cerrada, y los pocos comerciantes presentes reflejan la tristeza de un lugar que parece vivir en agonía.
Celso, un comerciante de ropa, comparte su desaliento: “Tenemos cuatro meses sin vender un solo pantalón porque la gente no entra; y la que entra, no pregunta”.
Este centro comercial, ubicado en la calle Batalla 19 de Febrero, en el Centro Histórico del municipio, fue inaugurado para abordar la presencia excesiva de vendedores ambulantes en la ciudad.
Aunque en sus primeras décadas tuvo actividad, el declive comenzó. La proliferación de productos “fayuca” (copias ilegales de películas, discos piratas y dispositivos electrónicos) perjudicó su reputación. La llegada de plataformas digitales y cambios en las preferencias del consumidor sellaron su destino.
Hoy, el silencio reina en sus pasillos. Locales cerrados, cortinas bajas y un aire melancólico han reemplazado la efervescencia de antaño. Incluso los administradores guardan silencio, reflejando la difícil realidad que enfrenta este lugar.
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Mientras el Centro Comercial lucha por sobrevivir, el ambulantaje persiste en las calles del Centro Histórico. Aunque se han implementado medidas para reubicar a algunos vendedores, la presencia desmedida sigue siendo un desafío para el municipio.
La melancolía del Centro Comercial de Cuautla no solo simboliza su propia decadencia, sino también la transformación del comercio local en la era digital.
