¡Hombre olvida a su esposa en la gasolinera y no se da cuenta hasta 300 kilómetros después!

En el siempre enigmático mundo de los viajes por carretera, hay quienes pierden las llaves, otros que olvidan la billetera, y luego están las personas que olvidan… a su esposa. Sí, leíste bien. Un hombre, en un insólito y casi legendario suceso, abandonó a su mujer en una gasolinera y continuó su viaje como si nada, solo para darse cuenta de su monumental error 300 kilómetros después.

La épica travesía de este despiste matrimonial comenzó en la tranquilidad de una autopista. La pareja, al parecer, había hecho una parada técnica para repostar y estirar las piernas. La señora, con la naturalidad de quien va a su casa, se bajó del coche para ir al baño. Mientras tanto, el marido, en un estado de concentración absoluta (o quizás de hipnosis automovilística), terminó de cargar combustible, se subió al coche y arrancó.

¿”Cariño, ya estoy listo”?

¿”Cariño, ya vamos”?

Ninguna de esas preguntas cruzó la mente del conductor. Al parecer, un silencio sepulcral llenó el coche por tres largas horas. Ni una conversación, ni una queja, ni siquiera una instrucción sobre la ruta. El hombre continuó su camino, feliz y ajeno al hecho de que su copiloto era… el asiento vacío.

Fue solo al llegar a un nuevo punto de descanso, casi a la mitad de su destino, que el hombre se giró para hacer un comentario y, para su horror, se encontró con la nada. El pánico debió ser monumental. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? En un giro de eventos que ya es digno de una comedia. No, no estaba secuestrada… simplemente la había dejado olvidada.

La señora, que había estado esperando pacientemente por horas en la gasolinera, tuvo que recurrir a la ayuda de los trabajadores del lugar para contactar a su despistado esposo, quien tuvo que dar la vuelta y deshacer 300 kilómetros para recogerla.

La anécdota, que se ha vuelto viral, nos deja con una pregunta filosófica: ¿qué es más sorprendente, que un hombre se olvidara de su esposa, o que no se diera cuenta hasta que ya estaba a 300 kilómetros de distancia?

Moraleja del día: Cuando viajes con tu pareja, quizás sea una buena idea contar a los ocupantes del coche antes de arrancar. Por si acaso.

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