
Resulta que el conductor del auto le pareció guapo y simpático, pero al bajarse no tenía cómo contactarlo. ¿Qué hizo? Usó la función de objetos perdidos de la app para que él recibiera una notificación y pudiera llamarla. Sí, así de simple… y así de atrevida.
En la conversación que luego compartió en X (antes Twitter), se lee el mensaje del chofer:
“Hola Lu. Soy Matías el Uber. Me dice soporte que perdiste algo en el auto. ¿Puede ser?”
A lo que ella respondió con cero miedo:
“Sii. El corazón ❤️”.
La historia explotó en redes: más de 100 mil likes, miles de compartidas y comentarios divididos. Algunos la aplauden por valiente y original. Otros la criticaron, tildándola de acosadora digital.
Lucía salió al paso de los ataques:
“No es acoso. Charlamos y hubo muy buena onda. No le dije nada fuera de lugar. Solo no tenía su número, y ahora sí”.
Y aunque no sabemos si habrá boda, lo que sí queda claro es que a veces, el algoritmo no alcanza… y hay que ponerle un poquito de “cara rota” a la vida amorosa.