Tal como ocurre con los vehículos, los perros de Cuautla también tendrán su proceso de reemplacamiento. Se trata de una jornada organizada por el Eco-tianguis Cazahuate, en el municipio de Cuautla, que busca recaudar fondos para el albergue de mascotas “Rescatando Mascotas A.C.”, un espacio ubicado en la localidad de Mixtlalcingo, en Yecapixtla, que se enfrenta todo el año a la carencia de recursos y alimento para mantener a más de 100 perros que han sido rescatados después de ser abandonados en las calles.
La campaña cuenta con el apoyo de la asociación civil Amigos de los Perros Morelos A.C. (APM) y se llevará a cabo el próximo 3 de septiembre en las instalaciones de la Feria del Maíz, en la colonia Emiliano Zapata, sobre el antiguo camino a Santa Inés, a partir de las 11:00 horas. Con una cooperación por placa, los dueños de las mascotas podrán obtener una identificación que incluirá datos para dar con el animal en caso de extravío, tales como el nombre del dueño, la dirección, si la mascota está esterilizada o no o, incluso, si vive en situación de calle.
“No sólo los perros con dueño pueden tener placa; si cuidas a un perro que vive en la calle, puedes poner tu teléfono para que te contacten en caso de emergencia”, señala la organización de la campaña, aclarando que la placa será entregada el mismo día.
El albergue de la asociación civil “Rescatando mascotas” es uno de los principales centros de cuidado de mascotas abandonadas en Cuautla y los municipios aledaños. A pesar de la noble labor de sus responsables, sus responsables enfrentan al reto de tener el suficiente alimento e insumos para cuidar de los perros que están ahí. De acuerdo con la asociación civil, al cierre de 2021, el lugar reunía a 130 perritos abandonados, los cuales permanecen en busca de un hogar.
El albergue fue abierto en 2013 por dos mujeres: Araceli y Daniela Uvera, quienes son madre e hija. Aunque la historia inició con unos pocos animales que Araceli había decidido resguardar en su propia casa, con el tiempo fueron llegando otros perritos, hasta que el espacio fue insuficiente y fue necesario instalar un refugio en un predio de uno de sus familiares.
Fuente: El Sol de Cuautla