Después de 12 días de ausencia forzada, la Ruta 13 de transporte público retomó sus actividades con normalidad en Cuautla, aliviando a cientos de usuarios que dependen de este servicio para llegar a sus hogares, trabajos y escuelas.
Desde temprano, las unidades comenzaron a operar nuevamente desde su base ubicada en el centro de Cuautla, la cual había permanecido cerrada desde el 27 de marzo, luego de que los operadores recibieran amenazas derivadas de actos de extorsión.
Durante estos días de inactividad, vecinos de colonias como Santa Rosa, Capulín, Corral Grande y Oaxtepec se vieron en la necesidad de buscar rutas alternas, caminar grandes distancias o incluso gastar más en transporte, lo que afectó seriamente sus rutinas diarias.
“Fue difícil, porque no había transporte directo. Teníamos que tomar lo que pasara rumbo a Tlayacapan y después caminar mucho para llegar”, compartió una usuaria.
Ante la situación de inseguridad, los choferes tomaron la decisión de suspender el servicio como medida de protección, dejando en evidencia la vulnerabilidad del sector transporte ante este tipo de amenazas.
Sin embargo, el pasado domingo 7 de abril, algunas unidades comenzaron a circular nuevamente, y este lunes el servicio se restableció al 100%, lo que fue recibido con agradecimiento por parte de los usuarios.
El regreso de la Ruta 13 representa más que la reanudación de un servicio; refleja también el deseo de volver a la normalidad y de resistir frente a un panorama que ha puesto en jaque al transporte público en diversas zonas del estado.
